La responsabilidad de bancos y cajas en esta crisis sin precedentes es innegable, también a mi parecer el comportamiento de muchos de sus directivos que todavía no han tirado la primera piedra para afrontar solidariamente el desastre, al contrario, algunos siguen aprovechándose de la buena fe de muchos ciudadanos dispuestos a vendarse los ojos y a permitir que las instituciones internacionales traten de salvar a las corporaciones financieras, para evitar el colapso de la economía mundial.
Resulta casi evidente que algunos gestores de bancos y cajas tendrían que ser incriminados penalmente por su irresponsabilidad en la gestión de unas entidades que han dirigido en beneficio propio al margen de accionistas, clientes y contribuyentes. Pues bien, a la luz de todo lo que estamos comentando y que todos bien sabemos, Bruselas ha decidido tomar cartas en el asunto, ha propuesto una norma que obligará a los Estados miembros a castigar con sanciones penales, incluida la pena de cárcel a los banqueros que incurran en graves delitos, en particular, el abuso de información privilegiada y la manipulación del mercado. La mayoría de los países de la eurozona ya prevén sanciones penales pero países como Austria, Finlandia, República Checa, Eslovaquia o Estonia todavía no los han tipificado y Bulgaria ni siquiera los castiga.
Se propone que para las personas físicas la multa máxima no sea inferior a 5 millones de euros y para las personas jurídicas, que no baje del 10% de la facturación anual. Además se estudia dar capacidad al regulador europeo para que pueda prohibir que las agencias de calificación revisen las notas de los países que pasan por apuros o que han necesitado un rescate financiero. La idea se está considerando. Así el comisario europeo culpó a las agencias del inicio de la crisis financiera pues no vieron a tiempo el problema e hicieron un mal análisis de los riesgos.
A todo ello me gustaría sumar una medida nacional la de La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la cual deberán remitirse las cajas de ahorros para informar sobre su política de retribuciones para el año en curso (en este caso es el 14 de noviembre la fecha tope) y para años futuros, y describir, entre otras informaciones, la relación existente entre la remuneración a sus consejeros y los resultados según figura en la circular publicada así como de las indemnizaciones, pactos o acuerdos de no concurrencia, exclusividad, permanencia o fidelización y no competencia post-contractual y planes de jubilación.
En conclusión: A todos nos conviene una banca solvente, responsable y alineada con las instituciones democráticas al servicio de la sociedad. La codicia de algunos y la mala gestión de otros han hecho que se tupiera un grandísimo velo sobre la parte positiva del sistema bancario socavando la enorme utilidad que en el pasado nos proporcionaron, cuestiones como la emancipación de amplias capas de la sociedad y sobre todo su acceso a la vivienda no se habrían producido sin un fácil acceso al crédito o incluso algo tan asumido como abrirnos las puertas a un consumo (de vehículos, electrodomésticos, cultura, viajes e incluso educación) que cuando se ha practicado sin excesos ha resultado liberador.
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