sábado, 28 de enero de 2012

TRÁFICO DE ARMAS

Introducción: objetivos e hipótesis

El tráfico de armas es hoy en día un fenómeno a nivel global que se ha convertido en un negocio mundial a grandes escalas, ya que éste ha sido un factor determinante en los diversos conflictos armados  que han sucedido alrededor del mundo a través de los años.
El tráfico de armas se ha relacionado principalmente con el crimen organizado internacional, en tanto que este delito se lleva a cabo por medio de la introducción de armamento (ya sean armas ligeras o pesadas) a un país de forma directa, es decir con la participación de grupos traficantes de armas, grupos subversivos al Estado como lo podrían ser guerrillas o grupos terroristas o bien por narcotraficantes. Sin embargo, no solamente este delito es cometido por organizaciones delictivas, sino que también, de forma indirecta, este fenómeno se ha llevado a cabo por Estados, ya sea con fines políticos o bien con el fin de asegurar su propia seguridad interna.
Por lo tanto, en base a lo antes mencionado, este trabajo tiene por objetivo analizar  a fondo el fenómeno que es el tráfico de armas, es decir, se pretende analizar el impacto económico a nivel mundial que genera éste fenómeno partiendo del análisis de cifras y datos de los países mayormente productores de armamento ligero y pesado, así como de los países con menores producciones pero que a su vez son los mayores compradores dentro de este mercado.
Así mismo se busca explicar la manera en la que el tráfico de armas ha sido un factor impulsor de diferentes conflictos armados, la desestabilización regional alrededor del mundo y a la repercusión del ámbito humanitario.
Igualmente se pretende explicar este fenómeno por medio de casos reales, por medio del análisis de las legislaciones españolas y en general de la Unión Europea y de las diversas convenciones y tratados que buscan regularlo y si es que éstos han sido exitosos en ello o no.
Se pretende alcanzar dichos objetivos partiendo de las siguientes hipótesis a investigar:
1.      El tráfico de armas ha sido un obstáculo para el desarrollo sostenible y el cumplimiento de los derechos humanos debido a que este fenómeno ha conllevado y ha promovido diferentes tipos de problemáticas como la desestabilización regional, la intensificación de conflictos armados, la obstrucción de asistencia humanitaria y resolución y reconstrucción de conflictos y el impulso de la violencia generada por el crimen organizado.
2.      El tráfico y proliferación de armas no ha sido regulado con éxito en tanto no han funcionado los diferentes mecanismos de tratados y convenciones internacionales llevados a cabo entre estados y organizaciones internacionales en contra de la proliferación y el armamentismo, y sobre el control y regulación de tráfico de armas tanto lícito como ilícito.
3.      Los países más poderosos son los principales en producir y traficar armamento por ser aquellos estados que han mostrado su poderío por medio de la supremacía de su armamento con fines de asegurar y defender su propia seguridad nacional, asegurar intereses trasnacionales, posicionarse sobre otros estados dentro del sistema internacional.

¿Qué es el trafico/comercio legal e ilegal de armas?, ¿Qué implica y qué alcances tiene este fenómeno?


Para poder comenzar, debemos ubicarnos en el contexto de lo que es el tema que abarcaremos a lo largo del trabajo. Cada año, alrededor del mundo, se producen miles de conflictos y asesinatos con armas de alto poder que ingresan clandestinamente a diferentes países o son recibidos por diferentes grupos subversivos al Estado como lo son bandas como los maras, guerrillas, grupos terroristas, cárteles de narcotráfico, etc. De hecho, de acuerdo con el último reporte de las Naciones Unidas, la comunidad internacional no sido exitosa en su búsqueda por contralar y combatir el tráfico de armas y ese fracaso se ha traducido en que cada año al menos 740 mil personas mueren en el mundo en hechos en los que se encuentran involucradas diferentes tipos de armas, que en su gran mayoría provienen de un mercado negro.
El tráfico de armas, según distintos reportes y estudiosos del tema, sucede por factores, o bien, como consecuencia de la corrupción, impunidad, intereses políticos, económicos o sociales, etc. El tráfico de armas es, como consecuencia de los antes mencionados, un tráfico asociado generalmente, hoy más que nunca, al crimen organizado trasnacional, el cual es preciso señalar. El crimen organizado trasnacional, significa una importante y creciente amenaza a la seguridad nacional e internacional en relación con los temas de seguridad pública, instituciones democráticas, estabilidad económica mundial, etc. No solamente las redes criminales se han expandido sino que también se han diversificado en sus actividades las cuales han provocado hoy en día efectos de desestabilización alrededor del mundo, una de estas actividades es sin duda el tráfico ilícito de armas.
Sin embargo, es importante recalcar que aunque este fenómeno está directamente relacionado con actividades delictivas del crimen organizado, se debe considerar que el tráfico de armas es también una actividad que los Estados realizan dentro de marcos tanto lícitos como ilícitos. No obstante, el tráfico ilegal de armas se ha convertido en una gran amenaza a la seguridad nacional de cada país y un reto a las instituciones tanto internas como internacionales de orden y seguridad.
“Es cierto que el comercio de armas involucra tantos intereses y es el medio de tantos símbolos que las contradicciones que provoca son casi intrínsecas. Como centro de todas las tensiones de la sociedad internacional, resume todo lo farisaico, como un discurso sobre ética seguido de un estado diferente de la práctica” (Martínez, 7).
El comercio ilícito de armas es un comercio sorprendente que hoy en día se encuentra en expansión debido a los diversos conflictos mundiales que han acontecido especialmente en los últimos años. El tráfico de armas es tal que tantos límites políticos, económicos, jurídicos y tecnológicos lo aquejan que debería de ser limitado, sin embargo, esto no es así.
Por lo tanto, es importante mencionar que en el mundo son reconocidos tres tipos de mercados de armamentos: los llamados mercados blancos, mercados grises y mercados negros. Primero, el mercado blanco corresponde a venta y adquisición de armas por parte de fabricantes privados autorizados o empresas estatales fabricantes de armas, es decir, tanto la venta como la compra y la destinación final de las armas es legal. Por otro lado se encuentra el mercado gris, en el que la venta y distribución inicial se hacen a través de los canales legales, bien sea por parte de una empresa estatal o una empresa privada autorizada para hacer la venta. Sin embargo, la destinación final de las armas puede ser una organización o actor ilegal o ilegítimo. Finalmente, el mercado negro, donde toda la transacción desde el principio se hace de manera ilegal, bien sea porque la venta o adquisición se hace entre actores no autorizados o porque se hace por fuera de los canales legales, al igual que la distribución y el uso final.
Así mismo, de acuerdo con Jean Claude Martínez, existen 5 factores de expansión principalmente dentro del fenómeno del tráfico de armas:
1.      Aumento del número de Estados: desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, han surgido nuevos estados que desprovistos de industrias, o bien, con instituciones débiles en términos de democracia y seguridad principalmente, han tenido diversos conflictos internos que los han arrastrado al surgimiento de grupos subversivos al estado que  se han ido incorporado a la compra-venta de armamento ilícito, siendo estos nuevos Estados, y en general los países del tercer mundo, los principales importadores de armamento de manera legal como ilegal.
2.      Aumento del número de conflictos: este punto se encuentra relacionado con lo anteriormente dicho, ya que al haber más Estados la demanda de armas se incrementa en tanto hay más gobiernos que buscan su seguridad interna, mientras que surgen más grupos subversivos al Estados.
3.      Aumento en la tensión internacional: como mencionamos anteriormente, a partir de Segunda Guerra Mundial los armamentos se han desarrollado en gran medida, especialmente al comienzo de Guerra Fría en la cual se desarrollo una carrera armamentista sin precedentes, sin embargo, aunque dicha carrera ha concluido, los estados no han dejado de perfeccionar y de crear novedosos armamentos tanto ligeros como pesados que han dado un impulso importante al comercio lícito e ilícito de armas.
4.      Aumento de los recursos financieros: este es un factor que sin duda acarrea un aumento correlativo de importaciones de armamento a los Estados, “el consumo militar significa ser potencia financiera” (Martínez, 11). Un ejemplo de esto es lo que sucede con países de Medio Oriente como lo son Irán, Israel, Arabia Saudita.
5.      Aceleración del progreso tecnológico: la instrumentación de las armas se encuentra totalmente relacionado con los avances científicos y tecnológicos que se han adquirido recientemente. Si analizamos lo que sucede en Estados Unidos, por ejemplo, podemos darnos cuenta que el armamento que posee es de alta tecnología, y de igual manera,  posee una cantidad de armamento con diferentes objetivos y alcances, lo que demuestra, sin duda, que los avances tecnológicos tienen un veloz e importante impacto dentro del armamentismo y por ende en su comercio. “Las armas hoy en día tienen en efecto un carácter científico muy marcado […], esta dependencia tecnológica de los sistemas de armas los hace muy pronto ser anticuados y suscita una corriente de fluctuación entre la oferta y la demanda que sin cesar se renueva” (Martínez, 14).

Ahora bien, el problema de la desestabilización y el descontrol del esparcimiento de las armas ligeras y pequeñas han ganado gran importancia en los temas de la agenda internacional desde hace unos cuantos años. El fenómeno del tráfico ilegal de armas, ya sean pequeñas y ligeras, así como las pesadas y de destrucción masiva han creado, como lo es naturalmente, un gran temor en los Estados en tanto el trafico lícito e ilícito de armas significa en gran medida una amenaza latente a su seguridad, como ya lo mencionamos anteriormente, y a la soberanía nacional. El problema del tráfico de armas significa un fenómeno devastador debido a que sus consecuencias significan grandes acumulaciones y flujos de armamentos (legales o ilegales) que afectan de gran manera el orden internacional. Las consecuencias que conlleva este fenómeno son principalmente las siguientes:

·         Desestabilización de regiones enteras
·         Intensificación, escalda y prolongación de conflictos
·         Impedimento para operaciones de paz y asistencia humanitaria
·         Obstrucción de reconstrucción y desarrollo post-conflictos
·         Contribución a la violencia, contrabando y crimen organizado social.

Ahora bien, para poder entender los tipos de armamento a los que nos referiremos a lo largo del trabajo, es importante precisar la definición dada por las Naciones Unidas en 1997 en el Panel Gubernamental de Expertos en Armas Pequeñas y Ligeras, en donde las armas pequeñas (revolver, pistolas, rifles de asalto, metralletas, ametralladoras ligeras, etc.) son aquellas designadas al uso personal, mientras que las armas ligeras (ametralladoras pesadas, granadas o minas, cañones, lanzacohetes,  misiles anti-aéreos, etc.)  son aquellas designadas al uso de un grupo en específico. Por otro lado, las armas de destrucción masiva o pesadas son aquellas que logran causar un número indiscriminado de bajas en la sociedad civil, algunas de ellas, claro está, son el armamento nuclear (cabezas nucleares), armas biológicas y químicas).

Convenciones y Tratados Internacionales

Al ser el tráfico de armas una problemática que se busca regular y, en la medida de lo posible, erradicar, se han firmado distintas convenciones, protocolos, acuerdos, conferencias y tratados internacionales debido a la necesidad de impedir, combatir, detener la fabricación y el tráfico de armas ilícitas por lo que esta problemática implica y los efectos nocivos que ocasiona para la seguridad de cada Estado y de las regiones en su conjunto y que han puesto en riesgo la seguridad y bienestar de los pueblos social y económicamente hablando y a su simple derecho de vivir en paz. En base a la preocupación de que esta problemática aumente a nivel internacional, se han creado diversos acuerdos ya sea entre varios Estados signatarios de una o diversas regiones, entre dos Estados dentro de sus relaciones bilaterales o bien entre Estados pertenecientes una Organización como lo son la ONU o la OEA.
Algunos de los más importantes acuerdos son los siguientes:
·         Protocolo de Ginebra.
·         Convención de Ottawa: Convención sobre la prohibición del uso, almacenamiento, producción y transferencia de las minas terrestres antipersonal y sobre su destrucción.
·         Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares. Firmado por casi todos los países del mundo.
·         Tratado de Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe. Mejor conocido como el Tratado de Tlatelolco, el cual fue un acuerdo histórico por tratarse del establecimiento de la primera zona libre de armas nucleares.
·         Protocolo de Lisboa al Tratado START I
·         STRAT I: Tratado sobre la reducción y limitación de armas estratégicas ofensivas.
·         START II: Tratado sobre nuevas reducciones y limitaciones de las armas estratégicas ofensivas.
·         START III: aun no entra en vigor, sin embargo, este tratado prevé reducir aún más las armas nucleares entre Estados Unidos y Rusia.
·         Convención interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados de la OEA.
·         Conferencia de revisión del comercio ilegal de armas pequeñas y ligeras de la ONU.
·         Convención sobre adquisición de armas de la OEA
·         Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada trasnacional.
·         Protocolo de las Naciones Unidas en contra del tráfico de armas ligeras y pesadas.
·         Convención sobre Armas Químicas y Convención sobre Armas Biológicas para la prohibición del desarrollo, producción y almacenamiento de las mismas.
·         El Tratado de Rarotonga (Asia Pacífico).
·         Tratado de Bangkok (Asia Suroriental)
·         Tratado de Pelindaba (África).
·         Tratado ABM: Tratado sobre limitación de los sistemas de misiles anti balísticos.
·         Tratado INF: Tratado sobre la eliminación de los misiles de alcance intermedio y menor alcance.

Como se puede notar, los acuerdos antes mencionados, son aquellos que están provistos para regular tanto el tráfico de armas realizado por el crimen organizado, como el realizado por los Estados dentro de los marcos de desarme internacional. Sin embargo aunque existan tantos de ellos alrededor del mundo, las organizaciones no gubernamentales como los son Oxfam International o Amnistía Internacional han exigido que se realice la creación de un tratado internacional sobre el comercio de armas debido a que ese comercio es escasamente regulado y su impacto genera diversos conflictos, perpetúa la pobreza y las múltiples violaciones a los derechos humanos. Así mismo se busca que dicho tratado se realice en tanto que esta problemática se ha acrecentado cada vez más y las legislaciones nacionales para el control del tráfico de armamento no han cumplido con la tarea de adaptarse y responder a la solución de este fenómeno. Debido a esto, las ONG han llamado a los Estados miembro de las Naciones Unidas para conseguir dicho tratado el cual sea solido y eficaz para salvar la vida de los nacionales civiles de los Estados, haga respetar los derechos humanos y proteja el bienestar y seguridad de las personas donde más impacto tiene el comercio de armamento. De igual manera se busca que el alcance del tratado sea internacional y que se implemente de manera adecuada para reducir el coste de vidas que implica la mala regulación del comercio.

Conclusión

Como conclusión, el fenómeno que implica el tráfico ilegal de armamento a nivel mundial es, a nuestro parecer, un fenómeno que contribuye al fortalecimiento de la delincuencia organizada que ha logrado cierta vulnerabilidad en la estabilidad política, social y económica en la arena internacional. De igual manera, este fenómeno es sin duda un fuerte contribuidor a la inestabilidad internacional en tanto es una latente impulsor de conflictos armados que pueden ser llevado a cabo entre los estados o de manera interna siendo este último provocado por los estados mismos. Por todo lo antes dicho a lo largo de nuestro trabajo, creemos que ante la crisis de seguridad, el tráfico y la proliferación de armas, podríamos afirmar que además de los esfuerzos por controlar este fenómeno, se deberían implementar tareas permanentes en cuanto a las que los diferentes tratados internacionales establecen y de igual manera llevar a cabo tareas permanentes de prevención ante esta problemática. Creemos que algunas de las posibles soluciones a este problema podrían ser los siguientes puntos:
  • Castigos a la corrupción y complicidad que existe dentro de los límites fronterizos, marítimos, aeroportuarios siendo estos puntos las entradas principales de armas a los países.
  • Operativos de control.
  • Acciones preventivas.
  • Destrucción del excedente de armas producidas, decomisadas, etc., a fin de reducir en cuanto más sea posible la circulación ilegal de ellas.
  • Reformar y ratificar tratados internacionales, reformar leyes internas en relación al tema.


Estados con tráfico ilegal de armas
Primero hay que decir que dentro del tráfico ilegal de armas me corresponde analizar el mercado gris y el mercado negro, ya que el mercado blanco se encuentra dentro del tráfico legal de armas.
Un caso muy característico es el del tráfico ilícito de armas hacia los grupos armados ilegales en Colombia[1], donde el mercado negro es el que constituye la mayor fuente para la adquisición de armamento, representando cerca del 80% del total de armas ilegales que ingresan en el país cada año.
En años anteriores han sido las transacciones en el mercado gris las que han generado mayor atención de las autoridades y de la opinión pública, en casos tan sonados como la transacción por medio de la cual en 1999 un sector del gobierno peruano buscaba desviar un importante cargamento de fusiles hacia las FARC.
Otro caso que preocupa a las autoridades colombianas es el tráfico ilegal de armas procedente de los EE.UU, donde la venta de armas es libre y no está monopolizada por el Gobierno, y de hecho en lo que respecta a las armas pequeñas y ligeras, es un mercado eminentemente privado, supervisado por las autoridades federales. De hecho, la segunda enmienda de la Constitución Política de ese país establece que el Gobierno no “restringirá el derecho del pueblo a tener y portar armas”. De esta forma la primera parte de la transacción es legal, en la medida en que los ciudadanos o residentes compran las armas legalmente en los múltiples puntos de venta en los Estados Unidos. A partir de este momento en muchas ocasiones empieza un comercio ilegal con esas armas.
Una característica particular del mercado gris es que las adquisiciones suelen ser de altos volúmenes de armas en la medida en que se compran a fábricas estatales, o a sus Fuerzas Armadas, para quienes resulta poco eficiente entrar a establecer negociaciones y realizar transacciones por montos menores de armamento y munición.
Aunque buena parte del origen de este armamento son las autoridades de algunos gobiernos, lo cierto es que la transacción en la mayoría, sino en todos los casos, se da a través de un intermediario que es un traficante de armas que opera con autorizaciones bien sea legales o ficticias y que, en cualquier caso, es el encargado de desviar las armas hacia las organizaciones ilegales colombianas. Es decir, que hasta ahora no es posible probar contactos directos entre organizaciones como las FARC y representantes de Gobiernos extranjeros para realizar  transacciones de adquisición de armas, las Fuerzas Armadas de países como Venezuela, Ecuador y Perú han vendido armamento en el mercado negro a las FARC.
Los Estados para garantizar su soberanía crearon los ejércitos y con ellos protegen sus fronteras.
Según el informe de la organización Armas Bajo Control denominado Armas sin Fronteras el comercio de armas se ha globalizado, lo que ha servido para que algunos gobiernos corruptos usen las armas inadecuadamente y violen derechos humanos y principios del derecho internacional.
Legislación  Mundial sobre las armas
Parece que hay un acuerdo internacional de la importancia de controlar los grandes sistemas de armas. En cambio, reciben menos atención las iniciativas dirigidas a controlar otros tipos de armamento que tienen una gran incidencia en la violencia cotidiana que afecta a muchos seres humanos y a grandes zonas geográficas. Entre ellas, destaca por su ambición la futura convocatoria de una Conferencia Internacional por Naciones Unidas en 2012 para adoptar un Tratado que regule el Comercio de las Armas convencionales. Sobre un trasfondo de crecimiento de la producción industrial, de las ventas de armas a zonas de conflictos y de la insuficiencia de los controles nacionales de regulación, se recoge una forma de ver el problema que busca que se firme ese Tratado multilateral sobre el Comercio de Armas Convencionales.
El Tratado sobre el Comercio de Armas[2] es necesario para que no se perjudique al desarrollo sostenible. El Tratado propuesto por Amnistía Internacional, Oxfam, la Fundación Arias, Project Ploughshares, Saferworld, la Federación de Científicos Americanos y otras ONG integrantes de la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) se centra en el suministro de armas. Una vez adoptado será una herramienta internacional de control para garantizar que todos los Estados siguen un mismo criterio en las transferencias de armas. Además, ayudará a garantizar que las ventas rechazadas por un exportador no reciban la autorización de otro. Generalmente las armas se importan más para satisfacer objetivos políticos que para responder a amenazas de la seguridad.
Resumen de los principios del Tratado sobre Comercio de Armas
Se centra en el compromiso de los Estados en materia de transferencia de armas. En futuros protocolos, se abordarán importantes cuestiones relacionadas con ello, como el control de la intermediación, la producción bajo licencia y el uso final.
El principio básico del TCA (Art.1) es que todas las transferencias internacionales de armas deben ser autorizadas por la autoridad gubernamental competente de acuerdo con su legislación nacional. Los principios del TCA[3] deben aplicarse como mínimo, sin perjuicio de cualquier otra normativa, instrumento o requisito más restrictivo de ámbito nacional, regional o internacional.
El Art.2 recoge las limitaciones contempladas actualmente en el derecho internacional sobre la libertad de los Estados para realizar o autorizar transferencias de armas. Limitaciones:
-Las prohibiciones que derivan de la Carta de las Naciones Unidas.
-Cualquier tratado internacional que esté vinculado al Estado en cuestión, incluidos los embargos acordados por otros organismos internacionales y regionales establecidos a partir de un tratado (como la UE), así como otros acuerdos que contengan la prohibición de cierto armamento.
-Los principios universalmente aceptados del derecho internacional humanitario.
-Las prohibiciones estipuladas en los derechos internacionales consuetudinarios o derivados de él. Las transferencias de un Estado a otro, bien a personas del territorio de otro Estado, sin el consentimiento de éste último constituirán una infracción de las obligaciones existentes según el derecho internacional consuetudinario.
El Art.3 contiene limitaciones basadas en el uso o probable uso del armamento, principio por el que ningún Estado participará en los actos ilegales según la legislación internacional que cometa otro Estado. Por tanto, los gobiernos son responsables de garantizar que las armas que transfieren no se utilicen ilegalmente, y por lo tanto que no infringa la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional Humanitario, etc.
El Art.4 establece otros tres factores que los gobiernos deben tener en cuenta antes de autorizar la venta de armas:
-Si se van a  utilizar para cometer o facilitar la comisión de delitos violentos.
-Si pueden afectar negativamente a la seguridad y estabilidad de la región.
-Si puede afectar al desarrollo sostenible.
El Art.6 crea un Registro Internacional de Transferencias Internacionales de Armas con informes anuales de sus contratantes sobre las transferencias que han realizado.
¿Dónde se sitúa la normativa española en el tráfico ilegal de armas?
En diciembre de 2006, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de ley sobre control de comercio exterior de material de defensa y doble uso, lo que es un paso importante en la trayectoria española de avances hacia un mayor control y transparencia de este comercio, Sin embargo, el proyecto no tiene muchas novedades y es muy difícil que evite transferencias irresponsables de armamento o que esas armas pueden ser desviadas a terceros países, por lo que hay que aplicar una regulación mejor que evite el tráfico ilegal de armas.
Estructura del Mercado de armas
Los gastos militares han aumentado constantemente desde el año 1999 y superó los niveles más altos alcanzados durante la Guerra Fría al final del año 2006[4]. Es el mayor mercado que jamás ha tenido el comercio global de armas. El gasto militar global alcanzó ese año la cifra de 1,06 billones de dólares, lo que representa 15 veces más de lo que se invierte en ayuda humanitaria. En 2005, el gasto global en armas era un 34% más elevado que en 1996.

Muchas armas se fabrican para ser exportadas. Por ejemplo, a pesar de que Israel tiene un mercado de defensa interno muy importante, dos terceras partes de sus armas se destinan a compradores extranjeros.

 Los países emergentes en el comercio de armas representan una pequeña parte del total de la industria, comparado con los cinco estados que tradicionalmente han dominado durante años este comercio: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania. Estos cinco países juntos sumaban el 82% de las transferencias de armas en 2005. Estados Unidos dominó la industria, aportando casi la mitad (45%) de todo el armamento exportado en el mundo.
 Sin embargo, países exportadores como Brasil, China, India, Israel, Pakistán, Singapur, Corea del Sur, Sudáfrica y Turquía están incrementando su importancia en este comercio global de armas. Otros países como Jordania y Malasia están desarrollando de forma activa sus industrias de defensa y su potencial de exportación.

Como ponen de manifiesto estas cifras, el mercado armamentístico es un gran negocio, incluso en regiones del mundo con una elevada proporción de países en vías de desarrollo. Asimismo, y cada vez más, como consecuencia de la llamada “guerra contra el terrorismo”, se conceden ayudas, subvenciones y préstamos militares a países en vías de desarrollo de todo el mundo.
INDUSTRIA MILITAR
Los exportadores
¿Quiénes son? ¿Cómo operan?
En la actualidad, como entre una guerra mundial y otra, el mercado de armas está aún concentrado. En 1933, dos países dominaban el comercio: Francia y Gran Bretaña. Estas dos naciones llevaban a cabo más del 51% del total de las exportaciones.
Esta situación oligopólica se reencuentra casi 80 años después: dos países, Estados Unidos y Rusia representan conjuntamente el 54% de las ventas mundiales.
 Estados Unidos sigue siendo el exportador de material bélico más importante del mundo con 30% del total, y con Corea del Sur, los Emiratos Árabes Unidos e Israel, en ese orden, como sus principales compradores.
En segundo lugar aparece Rusia, con un 24%, y que tiene a China, la India y Argelia como sus principales mercados.
Luego siguen Alemania, cuyas exportaciones de armas aumentaron un 100%, Francia y Gran Bretaña.
Según el último informe anual del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI)  instituto fundado en 1966 para conmemorar el 150º aniversario de paz en el territorio sueco. Este instituto dispone de una de las bases de datos más amplias sobre el comercio de armas. Para analizar los flujos comerciales de armamento, compara periodos de cinco años y usa como indicador cifras de ventas a precios constantes (no el coste financiero real de las operaciones).
El informe, difundido por el Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz (SIPRI), revela que el comercio mundial de armas creció un 22% en el período 2005—2009 con respecto al lustro anterior. La base de datos del Instituto abarca un período desde 1950 e incorpora datos de fuentes abiertas de información.

Además revela que estos cinco principales exportadores de armas en el mundo acumularon el 76% del total de las ventas en ese período, cuatro puntos menos que en el lustro anterior.

PROVEEDORES
Siete proveedores llevan a cabo más del 90% de las exportaciones[5]. Habría que incluir también a los traficantes privados, que controlan el 10% del mercado internacional.
Así sucede con las actividades de sociedades como International Armaments Corporation, con empresas establecidas en 15 países diferentes funcionan con almacenes en EEUU o Inglaterra donde almacenan reservas consideradas de armas o empresas como Interarmco o Merex AG que funcionan en efecto como intermediarios de los gobiernos vendedores y compradores, y no cuentan con material almacenado. Parece ser que incluso los gobiernos de los países occidentales han preferido a menudo negociar sus ventas de armamentos a través de estos intermediadores para evitar el contacto directo con el país comprador.
Otras empresas armamentísticas importantes son Snias,Thomson-csf, EADS de Serge Dassault, la Societé Matra de Arnaud Lagardère, Lockheed Martin, BAE Systems y General Dynamics, entre otras, relacionadas con la fabricación, distribución y comercialización de diferentes tipos de armamento. Estas empresas se encargan tanto de materiales aeronáuticos, como equipos militares terrestres, materiales electrónicos o incluso materiales marítimos.
El comercio de armas ha tratado, a lo largo del tiempo, de traficantes privados o de países, en este caso, a los vendedores de armas que desde hace mucho tiempo pertenecieron a la industria militar del norte, aunque unos años más tarde, esta exclusividad se modifica:
-       Oligopolio de la industria militar del norte: Además de EEUU y Rusia podemos incluir a industrias europeas de armamento como Francia, Alemania, Inglaterra o Italia.

-       Surgimiento de la industria militar del sur: En la actualidad, 54 países son productores de armamentos pesados, de los cuales 23 están en el Tercer Mundo. Ha sido una aparición en el mercado internacional de armas de estos exportadores pequeños y medios a posteriori al de la industria militar del norte y que irán acrecentándose en el transcurso de los años.
El fenómeno asume sobre todo la forma de producciones bajo licencias extranjeras. Ello es notable en países como Israel, Brasil y Egipto.

Las consecuencias en relación con estos nuevos industriales hacen que en primer lugar el mercado de armas se haya vuelto más complejo:

1.       Este mercado, que entonces era Norte-Sur, se hace también Sur-Sur.
2.       Las corrientes comerciales tienden a hacerse a veces triangulares: En                                muchos países, las compañías están fabricando armas con componentes que proceden de diversos lugares en el mundo. En Ucrania, Kharkiv Mozorov monta armas con componentes de Italia y Estados Unidos. Esta es una práctica habitual en la industria de defensa en todo el mundo para “burlar” la legislación.

3.      La aparición de países del Tercer mundo en el mercado, agrava también una gran competencia entre los países industrializados.

Envíos de armas a Oriente Próximo, Asia, Latinoamérica y África de los 5 miembros permanentes del consejo de Seguridad de la ONU

Con estas ventas los gobiernos han incumplido sus promesas incluidas en sus ambiciosas declaraciones y compromisos para el desarrollo sostenible, por lo que los países exportadores deben establecer mecanismos eficaces de control de las transferencias de armas que tengan en cuenta su posible impacto sobre el desarrollo sostenible.


¿CÓMO OPERAN?
Si bien los países exportadores varían sus prácticas administrativas, los motivos que orientan sus ventas son muy parecidos.
-       La diversidad de las prácticas administrativas se inscribe en el momento en que las exportaciones están sujetas a derechos internos diferentes.

-        Hechos que confirman efectivamente esta diversidad administrativa. Veamos ejemplos de los tres principales proveedores:

EEUU: Se hace la distinción entre las ventas gubernamentales y las ventas privadas de armamento. Las primeras están regidas por el Foreign Military Sales Act de 1968. Las segundas están sujetas a la legislación de la Mutual Security Act de 1954. La originalidad de la práctica estadounidense reside en los importantes poderes de control que se dan al Congreso. Una ley de 1976, la International Security Assistance and Arms Exports Control Act, o ley Humphrey, obliga al Ejecutivo a solicitar autorización al Congreso para toda venta militar que supere una determinada cantidad y que sea destinada a países no pertenecientes a la OTAN.
Las exportaciones estadounidenses de armamento están coordinadas por el Arms Export Control Board, organismo consultor que agrupa a las diez instituciones gubernamentales responsables.

RUSIA: Su práctica administrativa se caracteriza por ventas de gobierno a gobierno. El Comité Estatal para las Relaciones Económicas Exteriores se encarga de supervisar las exportaciones.

FRANCIA: Su reglamentación respecto a las exportaciones es muy minuciosa. Se funda en el principio de prohibición. Esto significa que las exportaciones deben ser explícitamente autorizadas por derogación de la prohibición general. Estas derogaciones se conceden caso por caso por el Primer Ministro después de consultar a una Comisión Interministerial que agrupa a representantes de los tres ministerios interesados: Defensa, Hacienda y Relaciones Exteriores. Se reúnen una media de 20-25 veces al año para estudiar varios miles de expedientes.

-       La convergencia de las prácticas políticas

Si bien los exportadores se determinan a sí mismos libremente, tienen no obstante, en función de sus responsabilidades mundiales propias, que conservar el equilibrio entre la rentabilidad económica, que hace obligatoria la libertad de las ventas, y la seguridad política, que hace necesaria la selección de las exportaciones.

-       La dialéctica difícil de la rentabilidad económica y las responsabilidades políticas se resuelve, en la mayor parte de los exportadores, por el predominio de los intereses mercantiles.

Esto se verifica en la práctica estadounidense. Las exportaciones de armas fueron primero motivadas en los años 50 por consideraciones político-estratégicas. Es la época del Military Assistance Program que obliga a Washington a suministrar armas a sus aliados y a los países de la esfera defensiva avanzada. Las transferencias de armas no obedecen a la búsqueda del beneficio comercial, sino que responden a consideraciones estratégicas. Por el contrario, en el decenio de 1970 cambiaron los motivos. Se hicieron económicos y es la época del de la Foreign Military Sales Act que aceleraría las ventas de armas estadounidenses. Una misma evolución se puede observar en la práctica soviética o Inglaterra que también siguió este esquema. En el curso del decenio de 1950, las exportaciones de armas se hicieron dentro del marco de programas de ayuda militar beneficiando a las antiguas colonias. No obstante, habiendo perdido a principios del decenio de 1960 la mayor parte de sus mercados tradicionales, Inglaterra reorganizó su industria militar y los imperativos comerciales se hicieron predominantes. De hecho, las exportaciones comenzaron a aumentar después de 1973.
CASO ESPAÑOL
España se mantiene en el top ten de los países exportadores de armas. En concreto, ocupa el octavo puesto entre los suministradores mundiales de armamento, con una cuota del 3% del mercado mundial. Un peso similar al que tiene una potencia como China y superior al de países como Italia, Suecia o Israel, según el último informe anual del Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (Sipri).
De esta manera, en el periodo 2006-2010, España ha exportado armas convencionales por valor de 3.554 mill. dólares (a precios constantes de 1990), ocho veces más que los 440 millones de dólares que movió en el lustro inmediatamente anterior (2001-2005). El 68% de las ventas fueron buques de guerra o submarinos construidos por Navantia (y su antecesora Izar) y un 29%, aeronaves como las que fabrica Airbus Military (la antigua EADS-CASA).

Los principales clientes del Gobierno español en los últimos cinco años han sido Noruega, con la compra de cinco fragatas en un acuerdo valorado en 1.500-2.500 millones de dólares; Chile, que ha comprado tanto submarinos Scorpene como aviones C-295 Persuader para su Armada, y Malasia, también con sumergibles Scorpene. Además España es el octavo exportador de municiones para armas ligeras del mundo y principal exportador mundial de este material al África subsahariana.

La lista se amplía con países que van desde Argelia, Mauritania, Ruanda o Senegal, en África, hasta Venezuela, Colombia, Bolivia, Brasil o Argentina, en Latinoamérica.

LOS IMPORTADORES
Los países son libres de importar armas. No obstante, los Estados que lo hacen recurren al mecanismo de la concentración.
Esta concentración es a la vez geográfica y política.
A)    Concentración geográfica
Si bien algunas zonas están desmilitarizadas o desnuclearizadas, como el Antártico, otras zonas por el contrario son depósitos de armas.
Así sucede evidentemente en las zonas de conflicto y tensiones, es decir, el Medio Oriente y Asia. Estas dos zonas dan cuenta del 75% del valor de las importaciones del Tercer Mundo pero también existen otras zonas con grandes importaciones.
El Medio Oriente muestra los porcentajes mayores de gastos militares en relación con el PIB de los países que lo componen.
En términos generales, las regiones que importan el mayor volumen de armas son Asia y Oceanía (41%), Europa (24%) y Oriente Próximo (17%) y ( 10,7%) para América latina.
Según el informe de SIPRI, Asia y Oceanía absorbieron un 39% de material bélico exportado por Estados Unidos y un 69% de venta de armas de Rusia. El SIPRI destaca el crecimiento “dramático” de las importaciones de armas en el sudeste asiático, especialmente en tres países: Indonesia, Singapur y Malasia, con incrementos respectivos del 84, 146 y 722%. Esta ola actual de adquisiciones en el sudeste asiático podría desestabilizar a la región, arriesgando décadas de paz según Siemon Wezeman, experto del SIPRI en Asia.

Por este lado de los compradores, India pasa a convertirse en el primer importador, tras incrementar un 21% el volumen de adquisiciones de armamento desde 2006, sobre todo con la compra de aviones de combate a Rusia. China, con un 6% de las compras mundiales, Corea del Sur (6%) y Pakistán (5%) fueron los siguientes países en la lista de los diez mayores compradores, en la que Grecia es la única nación europea. De igual manera, Chile es el principal comprador de armas de Sudamérica y número 13 en el mundo.
Dentro de América Latina, cabe destacar que entre los países que más han acelerado las operaciones de compra de armamento de 2006 a 2010 figura la Venezuela de Hugo Chávez, que ha elevado un 359% las importaciones de material bélico (desde blindados hasta sistemas antiaéreos).
Los aviones de combate representaron el 27% del volumen total de la compraventa de armas, lo que según expertos del SIPRI, provoca tensiones en Oriente Próximo, África del Norte, América del Sur, el sur de Asia y el Sudeste Asiático.
Asimismo se demuestra que los estados ricos en recursos naturales han adquirido un gran número de caros aviones de combate.  A su vez, los países vecinos, han reaccionado a estas adquisiciones con sus propios encargos.

b) Otras zonas de importación destacada son zonas de tensión, zonas de alianzas militares o simplemente zonas en que las importaciones obedecen a un simple interés de posesión.
c) Por último, una zona residual agrupa a los importadores que se interesan en la simple tenencia. Abarca a numerosos países de África negra y América latina sin que, no obstante, estén en una zona de tensiones. En el caso de América latina, Chile es el primer importador de armamentos.

B)    Concentración política: Las clientelas de importadores
El mercado de ventas de armas está relativamente cerrado. Los importadores se toman entre redes de clientelas políticas. El fenómeno del coto cerrado, muy claro en el nivel de las alianzas tipo OTAN, no obstante evoluciona. Bajo la influencia de reclasificaciones políticas, el mercado se libera y ocurre una redistribución de las clientelas tradicionales.
-       Las clientelas tradicionales: Constituyen un coto de caza cerrado para los proveedores. Así, en 1975, Estados Unidos exportaba incluso el 56% del total de sus suministros de armas hacia un solo país: Irán.
Hoy día son, sin embargo, Corea del Sur, los Emiratos Árabes Unidos e Israel.
Transferencias de armas a países en vías de desarrollo.

En los años setenta, las ventas de armas a los países en vías de desarrollo se financiaron mediante préstamos a bajo interés. Cuando los tipos de interés mundiales subieron durante los años setenta y ochenta, una deuda colosal empobreció a muchos países en vías de desarrollo. La guerra ha hundido aún más en la deuda a algunos de esos países.

• En el caso de países como El Salvador, Etiopía, Mozambique,
Somalia, Sri Lanka, Sudán y Uganda, su intervención en conflictos
armados ha sido una causa significativa de endeudamiento.
En 1994 se calculó que una quinta parte de la deuda de los países en vías de desarrollo procedía de las importaciones de armas.

Nosotros nos vamos a quedar con un dato significativo, los países de África, Latinoamérica, Asia y Oriente Próximo poseen el 51% del armamento pesado mundial.
TRÁFICO ILEGAL
La principal fuente de armamento ilegal para los grupos irregulares, es el mercado negro de armas. Ahora bien, la pregunta clave es ¿de dónde obtienen el armamento los traficantes ilegales?
Una parte sustancial de este armamento corresponde a excedentes o incluso a armamento en uso de fuerzas armadas de diferentes países cuya adquisición se da sin la autorización de los respectivos gobiernos. Es decir que elementos corruptos dentro de las Fuerzas Armadas o de los administradores gubernamentales hacen una venta ilegal al traficante internacional, que por la misma razón se constituye un traficante ilegal.



La corrupción

 Existe un amplio consenso acerca del impacto nocivo de la corrupción sobre el crecimiento económico, la distribución de la riqueza y la legitimidad y eficiencia del Estado. Junto con el gasto en armas, la corrupción puede fomentar la irresponsabilidad en las decisiones gubernamentales que mina gravemente la democracia. Las prácticas corruptas en las transferencias de armas son habituales.

Según un informe de la ONG Transparency International, de todas las industrias que aparecen en su “índice de sobornadores” de 1999, la armamentística es la segunda en cuanto a la posible incidencia de sobornos. A pesar de suponer menos del 1% del comercio mundial en 1999, el 50% de todos los sobornos pagados corresponden a contratos de defensa, según estimaciones del Departamento de Comercio estadounidense basadas en informes de la Oficina de Contabilidad General (organismo de control dependiente del Congreso) El informe sugiere además que, según una estimación conservadora, el valor de los sobornos supone el 10% del valor total del comercio, es decir, miles de millones de dólares cada año.

A nivel mundial existen dos grandes posiciones, muy polarizadas, sobre la relación entre armas de fuego y violencia. Por una parte, estudios de autores como Conwell, Miller y Slovak, defienden que el uso o la posesión de armas por parte de particulares incide de manera grave sobre los indicadores de violencia y la otra, totalmente opuesta, que su posesión o tenencia actúa de factor dilusivo sobre los delincuentes. Esta última posición, representada por los autores Lott y Mustard, basa sus argumentos en estudios que han demostrado por una parte, que en los países y regiones donde está prohibido el porte y la tenencia de armas, los niveles de violencia criminal, son muchos más altos que en los países donde está permitido[7], y por otra, que en los periodos históricos posteriores a las prohibiciones del porte de armas, la delincuencia y la violencia criminal tienden a incrementarse.

Las transferencias de armas y sus efectos sobre el desarrollo económico y sostenible:
El suministro de armas a escala masiva por parte de países desarrollados ha inundado el mercado de armas en las últimas décadas, particularmente en países en vía de desarrollo. Como consecuencia, los países menos desarrollados del planeta se han convertido en importantes compradores armamentísticos, al tiempo que se ha generado un amplio mercado interior que ha facilitado el acceso de la población a las armas. La gran disponibilidad de esta clase armas es particularmente evidente en zonas de conflicto. Adicionalmente a la transferencia de armas a través de las fronteras, la circulación de ellas dentro de los países, es también un factor importante de difusión descontrolada de armas pequeñas.
En la actualidad, países con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) bajo, como Yemen, Eritrea, Macedonia, Burundi o Mauritania se sitúan entre los 15 países del mundo que mayor porcentaje de su PIB destinan a gasto militar. Según datos de la CIA (Central Inteligence Agency), los países mencionados destinan entre un 5.5% y un 6.6% de su PIB a la compra de armamento[8].
 El comercio y tráfico de armas hacia países en vías de desarrollo puede minar las posibilidades de crecimiento económico y de desarrollo sostenible de estos estados. Los efectos de las transferencias de armas se hacen sentir tanto en el ámbito económico como en el social.
En el presente apartado se analizan los efectos de las transferencias de armas sobre el desarrollo económico y sobre las posibilidades de cumplimientos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio acordados por la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 2000.
Efectos económicos
Los efectos del comercio y el tráfico de armas afectan negativamente en varios aspectos: los costes de oportunidad financieros, el impacto de las transferencias de armas sobre el crecimiento económico y el efecto acumulativo de las transferencias de armas en todos los puntos anteriores.
Por lo que respecta a los costes de oportunidad de las transferencias de armas, diferentes estudios ponen de manifiesto que este tipo de transacciones tienen como consecuencia el recorte del gasto público en sanidad, educación y demás servicios básicos para la población. Esta situación es especialmente preocupante teniendo en cuenta que los países en vías de desarrollo destinan una mayor proporción de su PIB a la adquisición de armas que los países ricos –casi la mitad de los países con el mayor gasto en defensa han presentado indicadores de desarrollo humano bajos-.
Incluso en los casos en los que los costes de las transferencias de armas parecen a simple vista bajos y no implican un desvío importante de fondos de otros sectores de la actuación del estado, la compra de armamento puede revestir de costes ocultos que, a largo plazo, produzcan efectos adversos en la economía de los países. Un informe de Intermon Oxfam y Amnistía Internacional[9] cita como ejemplo el caso de la donación realizada por parte del Gobierno de Estados Unidos de dos patrulleras de costa al Gobierno de Ghana en el año 1999. La finalidad de esta donación era garantizar la seguridad de las zonas pesqueras del país impidiendo la intromisión de terceros en las mismas. Se trataba, por tanto, de una finalidad legítima que colaboraba en la mejora del crecimiento económico ghanés al garantizar el medio de vida de los pescadores del país. Sin embargo, aunque la transferencia resultó prácticamente gratuita para el Gobierno de Ghana, se calcula que estas patrulleras cuestan aproximadamente 1 millón de dólares al año a las arcas públicas en concepto de mantenimiento y reparaciones. En definitiva, aunque las armas importadas por los países en vías de desarrollo sean baratas, los costes en infraestructuras, mantenimiento, personal y recambios deben ser considerados previamente a la realización de la transferencia, puesto que éstos no siempre resultan evidentes.
Los costes de oportunidad derivados de las transferencias de armas afectan especialmente a los colectivos más vulnerables de los países en vías de desarrollo: las mujeres y la infancia. Las mujeres y los niños son los colectivos que se ven más afectados por los recortes en servicios sociales: en el caso de las mujeres por ser las que asumen la responsabilidad de la familia, y, en el de los niños, por su especial situación de vulnerabilidad debido a la dependencia familiar. Esta situación se suma a una realidad preexistente de falta de acceso equitativo a los servicios públicos básicos (educación, sanidad, etc.), perpetuando un modelo social no igualitario que deja a la mitad de la población fuera de la protección que debe prestar el Estado a sus ciudadanos.
Por lo que se refiere al crecimiento económico, el gasto militar y armamentístico puede distorsionar la economía de los países en vías de desarrollo a medio y largo plazo como consecuencia de la desviación de los escasos recursos económicos y el personal cualificado de proyectos que podrían generar riqueza y favorecer a la población. Si bien la inversión militar puede provocar un incremento de las capacidades técnicas y administrativas del personal militar, la transferencia de estos conocimientos, cuando se producen, al ámbito civil en los países en vías de desarrollo es prácticamente inexistente. Del mismo modo, la transferencia de tecnología derivada de la inversión militar tiene un impacto limitado: la ausencia de personal cualificado para el manejo y desarrollo de esa tecnología dificulta su correcta implementación en el país y disminuye su impacto. Incluso en los casos en los casos en los que el país dispone de personal cualificado, la transferencia tecnológica derivada de la inversión militar tiene como efecto crear un sector productivo escasamente ligado con el resto del país y con una fuerte dependencia gubernamental para su mantenimiento y desarrollo.
La tendencia al conflicto armado y a la violencia armada de los países en vías de desarrollo, alimentada, en parte, por la disponibilidad de armas y la tensión social que éstas generan, tiene un efecto directo sobre las posibilidades de crecimiento del PIB: un estudio realizado por Intermon Oxfam[10] en 23 países africanos que sufrieron conflicto armado entre 1990 y 2005 cifra en 284.000 millones de dólares el coste estimado del conflicto para estos estados, lo que supone una pérdida media del 15% anual del PIB.
Las transferencias de armas tienen, además, un fuerte impacto sobre la deuda externa de los países en vías de desarrollo. En general, como materia presupuestaria, la inversión en armas reviste de una necesidad de financiación que conlleva, en numerosas ocasiones la creación de déficit presupuestario. Éste puede ser financiado de diferentes formas (la impresión de moneda, el intercambio de divisas extranjeras, asumiendo préstamos exteriores, etc.), que por lo general están asociados con desequilibrios macroeconómicos (inflación, deuda, etc.)[11].
No debemos olvidar que durante los años setenta, las ventas de armas a los países en vías de desarrollo se financiaron mediante los préstamos a bajo interés. Cuando los tipos de interés subieron en las décadas siguientes una deuda de grandes dimensiones ahogó las economías de los países en vías de desarrollo. En 1994 se calculó que una quinta parte de  la deuda de los países provenía de las importaciones de armas. La continuidad de las transferencias de armas incontroladas hacia países en vías de desarrollo no hace más que acrecentar una situación de deuda externa que supone uno de los principales frenos para el crecimiento económico de estos países.
El conflicto armado no sólo reduce el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo como consecuencia de los costes que supone para su economía interna, sino también por el freno que suponen para la atracción de inversiones extranjeras como consecuencia de la inestabilidad política que generan y la consiguiente falta de confianza en los mercados de los inversores[12]. 
Por último, cabe señalar que el impacto acumulado del gasto en armamento es otro motivo de preocupación, especialmente en el contexto de las carreras armamentísticas. Los estudios demuestran que los Estados responden al gasto militar de sus vecinos gastando también ello mediante un efecto de contagio, aunque no se trate de vecinos hostiles, incrementado, por tanto, la incidencia de los costes de oportunidad y de los efectos sobre el crecimiento económico expuestos.
Efectos sociales e influencia en las posibilidades de consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
El uso indebido de las armas tiene efectos sociales muy perjudiciales que, en el caso de los países en vías de desarrollo, llegan a suponer un importante obstáculo para la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El uso ilegítimo de las armas, así como su proliferación en sociedades altamente polarizadas, inestables y en conflicto tiene efectos sobre los derechos humanos civiles y políticos de las poblaciones y sus efectos se hacen sentir en el largo plazo.
Si bien las transferencias de armas no son las únicas responsables de la proliferación de conflictos armados en los países en vías de desarrollo, resulta claro que participan y propician los climas de violencia y mantienen estados de tensión social en contextos ya de por sí inestables. En este sentido, la principal y más dramática consecuencia social de la violencia armada es el coste de vidas humanas, a los que se suma el sufrimiento humano generado por el conflicto, las agresiones y las proliferaciones de enfermedades en contextos de violencia. Se calcula que anualmente mueren 46.000 personas como víctimas de enfrentamientos directos y muchas más por causa de enfermedad y desnutrición incluso después de que el conflicto haya finalizado.
Como en el caso de los efectos económicos de las transferencias de armas, las mujeres y la infancia, como colectivos más vulnerables de estas sociedades, son los más afectados por la violencia que genera la disponibilidad y proliferación de armas en países en vías de desarrollo. La violencia sexual a mano armada está tremendamente generalizada en los entornos con una fuerte presencia de armas y algunos estudios sugieren que el riesgo de morir asesinado a manos de la pareja aumenta con la disponibilidad de armas de fuego.
En contextos en los que el ejército y los cuerpos de seguridad son poco solventes e inestables las transferencias de armas y su disponibilidad pueden provocar violaciones de los derechos humanos y represiones ilegítimas del ejercicio de las libertades individuales.
La destrucción de infraestructuras y de empleo como consecuencia de los conflictos armados merman los medios de vida de la población, perpetuando las situaciones de pobreza, al tiempo que dificultan o incluso eliminan las posibilidades de acceso a los servicios básicos de salud y educación: destrucción de instalaciones médicas, cierre o desaparición de escuelas, servicios de saneamiento destruidos, etc.
la proliferación de armas se encuentra asociada a la explotación descontrolada de los recursos naturales y la degradación del medio natural. La coacción ejercida mediante las armas es un factor determinante de la explotación de recursos en beneficio de unos pocos y mediante una grave degradación del medioambiente: los casos de extracción de diamantes en Angola y Sierra Leona o de cobre en Papúa Nueva Guinea son claros ejemplos de esta situación.
En el año 2000, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se trata de la primera declaración en materia de desarrollo que fija unos objetivos cuantificables y un compromiso de consecución para el año 2015. Estos objetivos, como muestra la siguiente tabla, se encuentran altamente comprometidos como consecuencia de la proliferación de transferencias de armas incontroladas:






ODM
Las transferencias de armas que alimentan los conflictos socavan los ODM de las siguientes maneras:
Las transferencias de armas usadas para cometer abusos de derechos humanos socavan los derechos humanos por:
El coste de transferencias de armas puede socavar los ODM:
Erradicar la pobreza extrema y el hambre
Pérdida de medios de vida, desempleo, desplazamientos e interrupciones en la provisión de servicios, el comercio interior y los mercados.
Asesinato del principal sostén de la familia. Las personas desplazadas tienen acceso limitado a alimentos, mercados, empleo y comercio.
Las transferencias de armas  pueden desviar fondos que deberían dedicarse a servicios sociales como la educación y la atención sanitaria. Pueden contribuir también a elevar la deuda a niveles insostenibles, reduciendo los recursos para fines sociales. El gasto en transferencias de armas podría justificarse si:
a)      Cubre una necesidad legítima de seguridad;
b)      Constituye un volumen de gasto razonable;
c)      No implica prácticas corruptas
Lograr la enseñanza primaria universal
Cierre de escuelas y desplazamientos de profesores y alumnos. Con el tiempo, una menor valoración de las ventajas de la educación redunda en menor inversión de familias en la escolarización, sobre todo las niñas.
Desplazamiento y acceso limitado a la educación.
Promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer
Mayor número de hogares encabezados por una mujer, incremento de la violencia por motivo de género, y reclutamiento de mujeres y niñas a grupos armados.
Violencia por motivo de género, o impacto indirecto sobre las mujeres como supervivientes y cabezas de familia.
Reducir la mortalidad infantil
Destrucción de las instalaciones médicas de atención neonatal, con incrementos en la mortalidad infantil por enfermedad y desnutrición.
Desplazamiento, que puede limitar el acceso a la atención sanitaria y los servicios médicos.
Mejorar la salud materna
Destrucción de las infraestructuras de salud y presión excesiva sobre el sistema sanitario, desviando fondos de otras áreas.
Desplazamiento que puede provocar un menor acceso a la atención sanitaria neonatal o menor número de comadronas.
Combatir VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
Servicios de saneamiento y salud destruidos o interrumpidos, con aumento de la violencia sexual y la prostitución
Mayor incidencia de enfermedades de transmisión sexual por violencia sexual. Las personas desplazadas padecen elevado índice de enfermedades no tratadas.
Garantizar la sostenibilidad del medioambiente
Aceleración de la migración del medio rural al urbano, destrucción de infraestructura de agua potable y saneamiento, explotación de recursos y deforestación
Explotación de recursos naturales para comprar armas durante el conflicto armado. Las personas desplazadas generan una presión excesiva sobre recursos como el agua o la leña.


Fuente: Intermon Oxfam


[1] Estudio "Violencia, crimen y tráfico de armas en Colombia"
[2]  Hacia un Tratado sobre el Comercio de Armas Convencionales (ARI). Autor: Roberto García Moritán
[3] El tratado sobre comercio de armas... ¿un poco más cerca? (ARI). Autor: Javier Alcalde

[4] ¿Armas o desarrollo? Evaluación del impacto de la venta de armas sobre el desarrollo sostenible. Autor: Jane Chanaa. Publicación: Intermón Oxfam 2004.
[5] ¿Armas o desarrollo? Evaluación del impacto de la venta de armas sobre el desarrollo sostenible. Autor: Jane Chanaa. Publicación: Intermón Oxfam 2004.
[6] Fuente: www.mediterráneosur.es/prensa/traficantesarmas.html
[7] En los EEUU, los estados que tienen libre porte de armas tienen tasas de crímenes violentos dos veces más bajos que en los estados que tienen prohibición. (ver Lott, 2000)
[8] Datos consultables en https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/rankorder/2034rank.html
[9] ¿Armas o desarrollo? Evaluación del impacto de la venta de armas sobre el desarrollo sostenible. INTERMON OXFAM, AMNISTÍA INTERNACIONAL, 2004.
[10] Los ODM minados a balazos. Cómo las transferencias irresponsables de armas están socavando los objetivos de desarrollo. INTERMON OXFAM, 2008.
[11] Defence Spending and Development. J. PAUL DUNNE / MEHMET UYE, British University in Egypt and University of the West England.
[12] El Club de la Miseria, Qué falla en los países más pobres del mundo. P. COLLIER, Ed.DE BOLSILLO